Los cristianos no estamos en pecado

Los cristianos no pecan deliberadamente

Bajo percepciones emocionalistas algunas personas incluyendo algunos hermanos cristianos en su momento expresan que tenemos pecado, que vivimos en pecado o que no hay nadie que no tenga pecado, es importante empezar diferenciando que una cosa es decir que no hay nadie que no haya pecado y otra cosa es decir que tenemos pecado al presente, esto la palabra de Dios no nos lo dice sino que nos insta a no vivir en pecado precisamente, además esto haría insuficiente al sacrificio expiatorio de Cristo.

El pecado del pasado no está presente



Ciertamente el que acaba de pecar está en pecado hasta que se disponga de corazón al cambio y esté dispuesto a esforzarse por dicho cambio, pero aquel que ha sido perdonado y se ha apartado del pecado no tiene presentes sus pecados del pasado; Hebreos 3: "Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados", son borrados, no solo escondidos o perdonados y que sigan presentes sino borrados, pero también nos dice que para esto tenemos que arrepentirnos, es decir, estar dispuestos a cambiar y esa es la diferencia entre el verdadero arrepentimiento y el remordimiento.

Que dice la biblia sobre el pecado



Nos dice que no existe ninguna tentación en nuestra vida en la que por fuerza tengamos que pecar, Dios nos ha dado ya la fortaleza espiritual necesaria para poder resistir a toda tentación que venga a nuestra vida: 1 Corintios 10: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar", de tal manera que si acudimos al pecado no es que no pudiésemos soportar sino que voluntariamente quisimos pecar aunque sí podíamos soportar la tentación.

También nos dice que el que muere en pecado va al infierno, 1 Corintios 6: "¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios"; ninguno de ellos heredará el reino de Dios, sin importar en que hayan creído. La palabra de Dios no miente, Dios no se contradice, el anterior versículo es tan solo un pasaje de tantos, pues en verdad sabemos que toda la palabra de Dios nos habla del destino que tendrán los pecadores.

Dependiendo de lo que hagamos estamos en Dios o fuera de el



1 Juan 3: "Todo el que permanece en El, no peca; todo el que peca, ni le ha visto ni le ha conocido.", el que peca no está en Dios, el que está en Dios no peca al presente. ¿Y si mañana peco?, entonces mañana se habrá alejado de Dios. El pecado nos aleja de Dios, ahí mismo en 1 Juan 3 añade diciendo: "El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.", en el momento en que alguien acude al pecado en ese momento se está desligando de Cristo como nos decía Pablo en Gálatas 5 acerca de aquellos que se desligan de Cristo, demostrándonos así que sí es posible desligarnos de aquel a quien estábamos ligados.

Ahora bien, la escritura nos dice Romanos 8: "Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.". El condicional para ser de Dios, para que no haya condenación para nosotros y para estar en Cristo es no andar conforme a los frutos de la carne (no pecar) sino conforme a los frutos del Espíritu (santidad), porque en el preciso instante en que alguien peca se aparta de Dios y pasa a ser esclavo del pecado y a entregarse al dominio del diablo, Romanos 6: "¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?", dice "cuando se presentan", es decir, en el preciso instante que se obedece al pecado, así sea por un segundo. Para dejar de estar bajo su dominio será necesario volver a apartarnos del pecado y luego tener un arrepentimiento de corazón con disposición al cambio. Mas como no sabemos cuál será nuestra última oportunidad, es decir nuestro último día de vida, tenemos que estar preparados y viviendo en santidad, alejados del pecado. Son muchos los que un día cualquiera por un minuto se han alejado de Cristo al pecar nuevamente y han muerto en pecado.

Método para alejarnos del pecado según la biblia



Conviene preguntarnos cómo apartarnos del pecado siendo que la situación del que peca es terrible, porque el que peca no está en Cristo y corre riesgo de morir en pecado, a la verdad la mayoría de seres humanos morirán en pecado. El método para apartarnos de pecar deliberadamente es uno y se llama dominio propio, Santiago 4: "Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros.", solo resistiendo a la tentación y sometiéndonos a Dios en santidad lo lograremos, cuando estamos frente al pecado no es el Espíritu Santo el que ha de decidir no pecar, sino que nosotros somos los que debemos de resistir y tomar la decisión de no pecar.

Ciertamente no podríamos resistir sin la fortaleza espiritual necesaria que Dios nos da, pero esta fortaleza ya Dios nos la ha dado a todos, ¿cómo lo sabemos?, dígame usted si podríamos resistir el pecado sin esta fortaleza espiritual, su respuesta es "no, no podemos", bien, sepa que en la escritura nos dice en 2 Pedro 3: "no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento", Dios quiere que todos vengamos al arrepentimiento, y sabe que sin su fortaleza espiritual no podríamos resistir frente al pecado, por eso a todos nos ha dado la suficiente fortaleza espiritual para nuestro siguiente paso espiritual, ya sea que estemos empezando la carrera, terminándola o incluso antes de empezarla, a todos nos ha dada la suficiente fortaleza espiritual para nuestro siguiente paso, pero la victoria no depende únicamente de esa fortaleza espiritual, de lo contrario podríamos echarle la culpa a Dios cuando pecamos por no habernos hecho lo suficientemente fuertes, pero como ya vimos nos promete Dios en su palabra que ninguna tentación será mayor a la que el nos ha hecho capaz de soportar, por eso nos dice en Santiago 4 a nosotros: "someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros." nos dice que nosotros somos los que debemos de resistir, nosotros somos los que tenemos que someternos en santidad, nosotros aun siendo capaces de apartarnos del pecado podemos acudir a él desviándonos así de Cristo.

¿Cuál es entonces el método para no pecar? se llama dominio propio, el resistir requiere dominio propio, Mateo 11: "Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza.", por la fuerza conquistaremos el reino de Dios, el que espera que Dios lo haga todo por el no entrará en el reino de Dios por no esforzarse por él.

¿Hasta qué punto debe de ser mi esfuerzo en la lucha contra mi carne?, Mateo 5 nos da la respuesta: "Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar, arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno." a ese punto debemos de esforzarnos, al punto de hacer absolutamente todo lo necesario para apartarnos del pecado, si usted actualmente está pecando y no ha arrancado su mano o su ojo, si no ha bloqueado toda tentación y toda ocasión de pecar en su vida, entonces no lloriquee y no se tenga lastima, todavía le queda mucho esfuerzo que dar. No solo Cristo nos dice esto, vemos que la iglesia primitiva lo entiende tal y como Cristo lo dijo, al punto que Pablo dice en 1 Corintios 6: "sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado." Pablo predicaba lo mismo que Cristo, dominio propio esclavizando la carne a toda costa y haciendo todo lo que haya que hacer para dominarla a la fuerza. Pablo sabía que debía con dominio propio de esclavizar su cuerpo, pero esclavizarlo a la fuerza, no lo iba a lograr de ninguna otra forma, sino que mediante la acción de someter su cuerpo a la fuerza lograría convertirlo en esclavo de su espíritu, pues también sabía que sin importar su ministerio, sin importar todo lo que había creído, sin importar cuanto había predicado a otros, si se desviaba a pecar así fuese por un minuto y moría en una de esas que se desviaba, no llegaría a la vida eterna.

Mediante este estudio bíblico hemos aprendido que



• No existe tentación que no podamos soportar por lo tanto no estoy obligado a pecar.
• El haber pecado en el pasado no hace que yo actualmente sea pecador o tenga pecado al presente.
• El que peca deliberadamente no está en Dios.
• El que peca no le ha visto ni le ha conocido.
• En el momento que alguien presenta su cuerpo al pecado en ese segunda pasa a ser esclavo del pecado.
• No hay condenación para el que no se deja dominar por la carne y vive en la santidad del Espíritu Santo.
• Para dejar de pecar debemos de dominar nuestra carne con dominio propio.
• Debemos de esclavizar nuestra carne a nuestro espíritu para no pecar.
• Con esfuerzo y por senda estrecha llegaremos al reino de los cielos.
• Por todo esto los cristianos no estamos en pecado.
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